lunes, 16 de julio de 2018


Las vacaciones y el “Síndrome de la agenda vacía”

Se acaba el año escolar e inmediatamente pensamos: “¡adiós estrés!”. Pero no tardamos mucho en caer en la cuenta que empieza otro tipo de preocupación: ¿Qué hacer sin cole?
En esta etapa el reto ya no es lograr las mejores calificaciones, sino que los niños ocupen su tiempo libre en actividades realmente productivas y divertidas, y hacer que todas ellas cuadren con los horarios de los padres, lo cual muchas veces es más difícil aun (y más costoso).
Resultado de imagen para niños aburridos vacacionesLos niños necesitan un tiempo de descanso para retomar la escuela con energía e interés, por ello es recomendable que se ocupen en actividades divertidas para desarrollar nuevas competencias y talentos, aprender algo novedoso, asumir nuevas responsabilidades, etc.
Es recomendable que sólo se opte por actividades académicas cuando es estrictamente necesario, y en estos casos con mayor razón, se deben elegir otras actividades que sean de disfrute para el niño.

¿Y que hacemos con todo el tiempo libre que aún resta? Pues aquí les dejamos algunas recomendaciones:

* Evite los aparatos electrónicos. Los niños de hoy esperan con ansias sus vacaciones para usar sus tablets, pero es la peor de las estrategias para mantenerlos ocupados. Si el niño ya está acostumbrado, disminuya el uso progresivamente y reemplácelo por actividades placenteras de manera que no sienta un cambio brusco y su adaptación sea más sencilla.

* Evite recargarlos con juguetes nuevos ya que el interés les durará poco. Motívelo a construir sus propios juguetes, con material reciclado por ejemplo. Los juguetes que ellos construyen no solo los mantendrán más tiempo ocupados, sino que a su vez desarrollan su motricidad, creatividad, imaginación, autoestima, autoconfianza, etc.

* No es necesario que tengan todo su tiempo ocupado. Los niños deben aprender a tener tiempo libre donde de manera autónoma, elijan sus propios juegos y diseñen actividades. Estos espacios “libres” le permiten aprender a estar consigo mismo y a disfrutar su tiempo a solas, en “su mundo”.

* Cuando llegue del trabajo aproveche para salir unos minutos a caminar por el barrio, a conversar al parque, pasear en bicicleta o dar vueltas en el auto. Estas actividades tan sencillas fortalecen los lazos entre padres e hijos y son una oportunidad perfecta para la comunicación.

* No acostumbre a los niños a llamarlo a cada momento al trabajo. Fomente que ellos tomen sus propias decisiones, elijan sus actividades, resuelvan sus problemas y logren discernir entre lo importante y lo urgente.

* Es recomendable diseñarles un horario para que conozcan las actividades que tienen programadas, donde se incluyan tanto las rutinas como los tiempos libres de los cuales pueden disponer. Coloque el horario en un lugar visible.

* No permita que se alteren dramáticamente los horarios de sueño o alimentación porque luego retomarlos durante la etapa escolar podría ser complicado.

* Coordine con otros padres de la escuela para que los niños se reúnan a jugar en alguna casa, hagan pijamadas o picnic en el parque.

* Prepare a los niños para los retos que asumirá en su vida. Una buena forma es asignarles responsabilidades en casa de acuerdo a su edad. Las tareas domésticas y rutinarias ayudan a los niños a desarrollar el autocontrol, el compromiso con los demás, a vivir en comunidad, a ser responsables, tener autonomía, vivir en armonía valorando del orden y la limpieza. Aprenden que todo tiene un lugar y que hay premios como la belleza y la estética que no tienen valor material. A las tareas domésticas los psicólogos las llamamos “conductas sociales” y si el niño las interioriza, entonces cuando sea adolescente o adulto hará exactamente lo mismo con sus pensamientos: los ordenará en su lugar, les asignará un momento, los “limpiará”, los detendrá, les dará la intensidad que les corresponde, evitará el caos, buscará la armonía, etc. De lo contrario, si no aprende a ordenar lo que ve, ¿cómo puede ordenar lo que no ve?

Recuerde que lo más importante para un niño es recibir amor dentro de un entorno armonioso y pacífico. No necesita juguetes asombrosos ni viajes de ensueño. No se sienta culpable por no pasar las vacaciones con ellos. Los niños deben entender que sus padres necesitan trabajar pero que siempre habrá un espacio para ellos. Usted debe asegurarse que ese tiempo sea realmente bueno, quizá corto… pero bueno.

Cynthia Alfaro Palomino
Psicóloga
Servicios Psicológicos Vida y Bienestar
988619831

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